El Gran Lebowski
La primera vez que vi El Gran Lebowski, todavía vivía en la casa de mis padre. Cogí prestada la película en la biblioteca de la facultad para ver durante las vacaciones de Navidad. Hasta hoy, he querido titular ese episodio como "qué gran cinéfilo habitaba en mí", pero acabo de darme cuenta de una compañera de clase que hablaba de los hermanos Coen como si fueran Nirvana y, pienso que, más que por el cine, había desarrollado una filia por la interacción.
L película cuenta como Jeff Lebowski, “El Nota”, se ve inmerso en un surrealista secuestro a raíz de una, aún más surrealista, confusión con el antagonista: un millonario que también se llama Jeffrey Lebowski.
Pero, más allá de la trama, el film tocaba varios temas que me producían un enorme interes en aquel momento vital del visionado:
- El nihilismo
¡Qué maravilla descubrir que la abulia y la apatía eran una corriente filosófica! Bueno, no era eso exactamente pero, en mi adolescencia tardía, me venía como anillo al dedo la justificación de las crisis existenciales de los domingos con resaca.
- La vagancia
Por fin un protagonista representaba mis aspiraciones más primarias. A saber: vivir sin trabajar, salir de casa en bata y un desprecio positivo por las normas básicas de interacción social. Si, "El Nota" era el héroe que, en aquel momento, toda una generación estábamos necesitando. Carismático y profundo, con grandes valores éticos y maleante. ¡Cómo no enamorarse del personaje"!
- El licor café
Ya fueron tiempos pero, en la vida de un universitario medio gallego, la espirituosa del país por excelencia, cumplía un papel decisivo en las celebraciones d efalsa independencia de que gozábamos. Un ejercicio de compromiso con el país y con la tradición. Una manera como otra cualquiera de hacer revolución proletaria.
Ruso Blanco
Precisamente el licor café es uno de los tres ingredientes del cóctel que acompaña a Jeff Lebowski durante toda la película: el Ruso Blanco. Junto a la leche y el vodka, formaba una suerte de pócima enormemente atractiva tanto por aspecto como por naming.
LA receta de Ruso BLanco
Fundamental contar con un old fashioned glass (vaso de whisky). En su defecto vale uno cualquiera, no nos pongamos estupendos.
Hielo
60 ml de leche entera
30 ml de vodka
15 ml de licor café del país