lA introducción de la patata
Aunque está recogida la introducción de la patata en el país (concretamente en el municipio de Herbón) desde la mitad del siglo XVI, no será hasta bien entrado el siglo XVIII que se haga relativamente extensivo el cultivo de este tubérculo en Galicia.
La propagación de la patata tiene su origen en las luchas del campesinado contra los abusivos diezmos que tributaban.
En el año 1769-1770, Galicia vive una grave crisis agraria derivada de un muy mal año en la recogida de cereal. La falta de alimento sumada a los crueles impuestos por parte del estamento eclestiástico, conduce a la búsqueda de nuevas formas de subsistencia. Es entonces cuando empieza a implementarse el cultivo de patata, ya que permitía cultivos en espacios pequeños y de carácter individual o colectivizado que escapaban a las propiedades de la Iglesia.
La llamada "castaña de Indias" está documentada como cultivo extensivo desde mediados del XVIII en la comarca de A Limia. Se extenderá por el interior de las provincias de Lugo y Ourense en las siguientes décadas, tardando un poco más en llegar a la Galicia occidental.
Hablamos, pues, de que no es hasta el siglo XIX (hace dos días) que el tubérculo que a día de hoy es una parte imprescindible de nuestra alimentación, tenga una presencia vital en nuestra sociedad.
Entonces, ¿qué había antes de la patata?
Pues la castaña, claro.
Durante la Edad Media y, muy posiblemente antes, la castaña fue la principal fuente de carbohidratos para las y los habitantes del noroeste de la Península Ibérica.
También el País Vasco y Asturies hicieron uso de la castaña.
La castaña es un fruto estacional pero con grandes posibilidades de conservación.
Se hacía acopio de ellas y se tomaban asadas, crudas y maceradas en leche. Esta última "versión" pervivió en los hogares gallegos como un plato especial de Otoño.
Receta de castañas con leche:
Ingredientes:
500 gr de castañas
Un poquito de sal
1 litro de agua
2 cucharadas de azúcar o 4 de miel
1 litro de leche entera
Canela o clavo
Una vez peladas las castañas, las cocemos con un pellizco de sal.
Cuándo estén blandas (entre 40 y 50 minutos) las ponemos a escurrir hasta que se sequen.
Cuándo estén secas, pondremos la leche al fuego con miel o azúcar y la canela o el clavo. Las echamos en la olla y le daremos dos hervores mientras removemos.
Se sirven con la leche templada en cuencos.
Fuente de la receta: www.lambonadasdegalicia.club